Nada, o demasiado poco, distingue a Rubinstein, de Ginés González García. Los dos profesan la misma ideología: el aborto. El aborto demuestra ser el tema central de las vidas de ambos médicos. El brillo de sus ojos parecería encenderse cuando logran que se cumpla el reglamento, ese que autoriza a matar a los bebés en el vientre de sus madres
Ah ¡ qué triunfo para un ministro de salud ¡ Poder contemplar los restos despedazados de los más pequeños, poder mirarlos de frente sin horror y sin piedad.
Si señor, de este modo en nombre del socialismo más progre, más estúpido y menos digno, dan acabado cumplimiento a la principal y primera de las órdenes, que el más brutal capitalismo internacional del dinero impone a los países que pretenden créditos.
Uno pensaría que la primera ocupación del ministro de salud de un país que, según nos dicen se encuentra en grave emergencia sanitaria, estaría enfocada en la defensa de la vida de los habitantes, pero no, lo primero que ponen sobre la mesa estos extraños personeros del banco mundial, el FMI, y de Planned Parenthood, los amigos de Soros y Gates, no es otra cosa que el aborto
En medio del regocijo por el aberrante logro de Ginés, el saliente Rubinstein se “puso a disposición”, por si quedara algún cabo suelto, o algún bebé vivo en el vientre de sus madres. Lo que se dice espíritu de colaboración. Pero de ellos no era posible esperar algo diferente.
Bien distinto es el caso de Francisco, Hoy en el Vaticano abrazó como muy pocas veces lo vimos, a la compañera de A. Fernández. Después de ese abrazo explícito, – sería difícil no advertir que estaba abrazando a Alberto – Yañez le entregó el cáliz de la misa de Luján que, todo indicaría, él mismo había ordenado celebrar. En el emocionante encuentro, de acuerdo a la información, Francisco tuvo palabras muy elogiosas para esa mujer, cuyo compañero Presidente acaba de promulgar, a través del ministro de salud, el reglamento del aborto no punible.
La CEA en tanto optaría por la estrategia del tero, mandó a gritar, modicamente, a uno de los suyos, mientras negocia la incluyan en el concejo del hambre y no se que más.
El Presidente dijo que no importaba tanto la cuestión del aborto mientras el Papa advirtiera cierta preocupación por los pobres. Y por lo que hoy comprobamos, no estaba del todo errado. Por otra parte el ex embajador Valdés, vocero y amigo de Francisco, había anticipado que: “el Papa iba a entender”. Como si el tipo conociera la respuesta.
Y vaya uno a saber, pero de acuerdo a las noticias, las fotos, y los abrazos, o sea de acuerdo a la “praxis” que le dicen, no sería del todo improbable que el Papa “haya entendido”.
Hace pocos días Francisco durante otro abrazo, esta vez con un imán, propuso instalar el dia de la “fraternidad humana”. Esa rara “celebración” digna de 1789, y donde Dios importaría menos, tal vez incluya “fraternalmente” a los bebés no nacidos, que de ese modo tendrían un día más de vida.
Leer más
No Se Debe Penar El Negacionismo. Por Guillermo Castello
Polémica en Francia por el racismo antiblanco de una obra «afrofeminista» presentada en el Festival de Aviñón. Por Marina Ruiz
La estafa con los desaparecidos. José D´angelo entrevistado por Pablo Muñóz Iturrieta