Sáb. Abr 20th, 2024

Prensa Republicana

Con las ideas derechas

Si… – Por Vicente Massot

Si  hubiera una  mayoría  que  prefiriese el  cambio  a  la  continuidad,  en  los  próximos comicios nacionales el ganador debería ser, sin duda, Mauricio Macri, identificado con la idea de que el modelo kirchnerista se halla agotado y es necesario modificarlo de manera radical. Si, en cambio, esa mayoría se inclinase por mantener las políticas desarrolladas desde el año 2003 a la fecha, el ganador debería ser Daniel Scioli que —conforme pasan los días—se asume más y más como  el  principal  abanderado  del  gobierno.  Pero  si  la  alternativa  no  fuese  blanco  o  negro  y correspondiese  ponderar  el  escenario  de  una  continuidad  en  ciertos  aspectos  y  de  cambio  en otros,  el  pronóstico  no  resultaría  tan  claro.  Esto  sin  contar  que  las  nociones  de  los  votantes respecto al significado  y  los  alcances  de  la  continuidad  y  el  cambio  no  son  unívocos.  La equivocidad  conceptual  es  tan  grande  que  conviene  andarse  con  cuidado  a  la  hora  de  asociar determinada  idea  a  un  candidato  y  luego  hacer  proyecciones  electorales.  Está  claro  que  aquel capaz de ponerse en sintonía fina con las preferencias de la gente, tendrá más posibilidades de triunfar.  Eso  lo  sabe  cualquiera  y,  por  lo  tanto,  no  requiere  de  mayores  explicaciones.  El problema —o, si se quiere, la dificultad—estriba en el margen de subjetividad de la gente.

Si  casi  70 %  de  los  encuestados  a  nivel  país afirma que  nunca  votaría  a  un  candidato kirchnerista,  el  gobernador  de  Buenos  Aires debiera  tener buenas razones  para  preocuparse. Salvo —claro—que un caudal importante de sus seguidores no lo identificase con esa tribu. Que es, precisamente, cuanto revelan los relevamientos a pocos meses de las PASO.

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Si  el  factor  determinante  para  evaluar  pros  y  contras  de  los  dos  presidenciables excluyentes tuviese que ver con la capacidad de gestión, a nadie le llamaría la atención que el jefe  del  gobierno  autónomo  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires  sacase  ventaja  sobre  el  gobernador bonaerense.  Ello  en  atención  a  los  notables  avances  realizados  en  la  capital  federal  desde  el momento en que Macri se hizo cargo de su administración. Pero las cosas no son tan lineales como parecen. Una reciente compulsa —de circulación reservada—señala que la aprobación de la labor hecha por el Proen la ciudad porteña es casi igual a la que concita la del mandatario provincial antes mencionado en Buenos Aires.

Si la adhesión del peronismo resultase la variable a tener en cuenta, Scioli dejaría atrás a Macri  cómodamente.  Con  todo, habría  que  ser  cauteloso  en  la  materia  porque  quienes actualmente se  confiesan  peronistas,  radicales,  socialistas,  conservadores —o  lo  que  sea— no pasan de30 % del electorado.

Si Sergio Massa decidiese bajarse anticipadamente de la carrera presidencial, ello beneficiaría a Daniel Scioli en razón de que sus seguidores tendrían que elegir entre el gobernador de Buenos Aires y Mauricio Macri. En tal caso, con Massa fuera del escenario, los votosde éste migrarían en pos del FPV en virtud de sus comunes orígenes peronistas. Lanzado a correr por el jefe del Frente Renovador, el razonamiento ha sido comprado por infinidad de personas a libro cerrado.

Sin  embargo,  no  tiene  demasiada  consistencia.  ¿Por  qué? —Porque  tal  como  se  presenta  la situación, que Massa abandone la pelea antes de las PASOno va a modificar substancialmente el resultado  de  las  elecciones.  Si  son  ciertos  los  números  que  lo  sitúan  a  diez  puntos  de  sus competidores,  cuanto  no  se  produzca  antes  del  9  de  agosto  sucederá —prescindiendo  de  la voluntad del de Tigre—inmediatamente después de esa fecha. El día 10 nadie querrá dejar su voto deoctubre a un perdedor yel voto útilhará estragos en su arquitectura política. El enigma es cómo decantarán losvotosde Massay los de Margarita Stolbizer entre el 9 de agosto y la primera vuelta de octubre.

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Si Francisco De Narváez terminase de darse cuenta de quejunto a Massa es muy difícil llegar al sillón de Dardo Rocha ypor lo tantovirase en dirección del Pro, el triunfo de Macri estaría  a  la  vuelta  de  la  esquina.  Esto es  lo  que  no  se  cansan  de  repetir una  legión  de antikirchneristas a los cuales la posibilidad de una nueva victoria del oficialismo les ha quitado el sueño. Es cierto que De Narváez mide mejor que María Eugenia Vidal,a condición de saber que Macri —a su vez—mide mejor que el Colorado. Conclusión: es posible que el eventual pase tenga  ventajas, pero  la  inclusión  en  la  boleta  bonaerense  del  hombre  que  le  ganó  a  Néstor Kirchner  en  el  2009  está lejos  de  resultar  un  as  de  espadas.  De  Narváez  podría  ganar  la gobernación junto a Macri, aunque no le agregaría nada a la intención de voto de Macri en la disputa presidencial.

Los Si…son tan seductores como poco confiables. Sobre todo cuando se hallan asociados a supuestos implícitos.