Vie. Abr 19th, 2024

Prensa Republicana

Con las ideas derechas

PRO + UNEN : ¿otra bolsa de gatos? – Por Elena Valero Narváez

La alianza de partidos que se pretende hoy, en la Argentina tiene sus bemoles: la idea de acercar el PRO a UNEN me parece que no puede prosperar al largo plazo.

El motivo principal es que no hay correspondencia entre el socialismo y las ideas más liberales (mal conocidas como de centro-derecha) que pretenden ensamblarse.

El gobierno del ex presidente De La Rua, podría haber sido una opción discreta para continuar y mejorar el programa de liberación económica llevado a cabo por Carlos Menem, incluso se hubiera morigerado la corrupción pero, se desintegró por culpa de una alianza que terminó siendo una bolsa de gatos. Prevalecieron las rivalidades en nombre de la democracia interna.

Teniendo en cuenta este ejemplo cercano, Macri debería seguir con su partido o, en caso de buscar una alianza, hacerlo con partidos de ideas más afines.

Como todos saben todavía no existe un sistema de partidos en Argentina. Los aspirantes a dictadores hicieron y deshicieron con la intención de que eso no ocurriera: la división protegió a los gobiernos kirchneristas de la pérdida de poder.

Las elecciones del 2015 bastante próximas, han vuelto a resaltar a los candidatos la necesidad, impostergable, de llegar con una estructura partidaria detrás para poder contar con el necesario apoyo de la gente necesario para rivalizar democráticamente por el poder.

El surgimiento de Sergio Massa muestra un candidato potable para competir con los otros aspirantes a la presidencia de la República..Sorprende porque se anima a decir lo que hasta hace poco parecía políticamente incorrecto y recibe la aceptación de buena parte de la sociedad, al punto de convertirse en el primer candidato en la intención de voto.

LEÉ TAMBIÉN:  El neo-comunismo provoca el caos social para asaltar el poder. Por Cosme Beccar Varela

Si bien la historia no se repite, el fracaso de Alfonsín hizo que el ex presidente Menem, a principios de los 90 viera con perspicacia la necesidad de cambiar de rumbo dando un vuelco de 180 grados a la política económica, de inspiración peronista, que se venia refrendando, salvo en pocas ocasiones, desde 1943.

Hoy, también, Macri como Massa, parecen querer volver a los carriles del centro a la economía argentina distinguiéndose en las propuestas de la fidelidad estatista que aún conserva Pino Solanas y sus seguidores, salvo Lilita Carrió quien, mas allá de las denuncias a la corrupción, se aviene a sus propios intereses antes que a la ideología, disciplina, fidelidad, o ética partidaria. De allí su “acercamiento” al PRO.

Creo que Mauricio Macri debería mantener el capital que con tantas dificultades le costó adquirir y exhibir la homogeneidad razonable, tanto de ideas, como de conducta, que le han permitido mantenerse, con bastante éxito, dentro del escenario político. Tal vez, girando aún más que su principal competidor Sergio Massa, hacia el liberalismo, manteniendo, sin dogmatismos, ideas claras y distintas a las del actual gobierno.

No es bueno que le permita adelantarse a Massa con sus firmes declaraciones a favor de políticas que reclama la sociedad.

No debiera olvidar que el ex intendente de Tigre, estuvo firmemente ligado a la UCEDE donde, indudablemente, aprendió que la economía de mercado es muy superior, en los resultados, a la socialista. Sabe bien que esta solo puede tener muy breves resultados cuando se aplica sobre el éxito de una economía capitalista, invencible hasta ahora, como sistema para mejorar el nivel de vida de la gente.

LEÉ TAMBIÉN:  Los nuevos caminos de la Teología de la Liberación

No le conviene a Macri dejar la coherencia partidaria e ideológica que le permitirá formalizar propuestas sólidas al electorado, basadas en la realidad, y por lo tanto más fáciles de explicar con claridad a la sociedad.

La ética y la coherencia política e ideológica, son siempre difíciles de mantener y, más dificultoso será, en una alianza donde se pelea por destruir al competidor, en vez de fortificar al propio partido.

La intriga y la deslealtad son moneda corriente en la actualidad, en busca de aventajar, o destruir a quien hace sombra, sin que preocupe dañar, en primer lugar, la imagen del partido que se dice pretender afianzar.

La opinión pública esta ansiosa por encontrar respuestas a los graves problemas que la realidad expone diariamente a consideración de todos los argentinos. Nadie tendrá el respeto de la gente si no muestra interés y propuestas para resolverlos.

Las peleas, rivalidades y obstrucciones para gobernar que, seguramente, provocaría una alianza con muy pocas ideas comunes, afectaría la credibilidad y la imagen que hasta el momento posee el PRO.

No se debiera tratar de llegar al sillón presidencial de cualquier manera y sin medir, muy bien, las consecuencias.