
Un antiguo conocido, H. Verbistky entró en pausa. De acuerdo a lo que él informa es debido a que por sus ocupaciones no tendria tiempo para escribir la columna dominical en Página 12.
Y razón no le falta. Aunque lo vamos a extrañar.
Hay quienes dicen que es pedir demasiado a una persona que lleve adelante tantas, tan intensas y tan desparejas ocupaciones.
Repasemos, hay mucho que trajinar en el dudoso camino del “comandante Salazar” que lleva desde montoneros a la Fuerza Aérea; desde la fundación Ford hasta el Cels; desde redactar los discursos de ciertos militares del proceso hasta Cristina ó el Suterh; desde la Trilateral al Foro de la Libertad y el Departamento de Estado; desde La Hipotenusa revista oficialista del gobierno de Onganía a las FAP y Montoneros
Quién podría dudar que por más heterodoxo, maleable, y ambiguo que uno sea, semejante esfuerzo, dejaría exahusto al más pintado.
A esto sumado las recorridas hasta Ezeiza, porque amigos son los amigos y el no sería capaz de dejar en la estacada a los camaradas k en desgracia, para “el perro” eso es impensable.
Parecería muy lógico imaginar que por su edad “el perro” esté cansado y pida pausa. En medio de semejante barullo ideológico-monetario-dialéctico, no sería difícil sospechar que la fatiga y el entrecruzamiento de circuitos opuestos, pudiera llevarlo en un instante trágico a confundir los tantos y de repente, como por una extraña magia, aparezca Cris elogiando a los militares o exaltando la honestidad o la defensa de la patria.
Bueno Salazar, se ha ganado la pausa y aprovéchela. Si por ahí le renacen las ganas de escribir, pruebe con una cartita a su amigo Bergoglio, usted bien podría ser la perla que estaría faltando en el Vaticano.
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