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PASO: Cambiemos replantea su estrategia frente a los sondeos. Por Rosendo Fraga

Los sondeos que han sido publicados sobre las PASO que tienen lugar el 13 de agosto, la dan a Cristina ganando en la provincia de Buenos Aires. Entre el 7  y el 23 de julio, han sido publicados 13  sondeos sobre la intención de voto para la provincia de Buenos Aires. De ellos, en siete la ex Presidente que se presenta por Acción Ciudadana se impone por más de tres puntos, en cinco por menos de dicho porcentaje y el restante da un empate.  En todos, la lista de Cambiemos que encabeza Esteban Bullrich está en segundo lugar, la de 1País que lleva a Sergio Massa como primer candidata en tercero y en doce la del Frente Justicialista con Florencio Randazzo está en el cuarto lugar.  Estos sondeos han sido publicados en medios que apoyan a Cristina (Página 12) y en tres que pueden ser considerados críticos hacia ella (Perfil, Noticias y el Cronista). Los dos medios más cercanos al gobierno (Nación y  Clarín) no han publicado sondeos en las últimas tres semanas, pero los dos el domingo 23 de julio, en su primera plana titularon  diciendo que hay un equilibrio de fuerzas entre Cristina y Cambiemos, que éste intentará romper en las PASO y mejorar luego en la elección del 22 de octubre. Los sondeos son relativos, además de ser un campo de batalla electoral. Pero la conclusión es clara: no es que Cristina va a ganar las PASO, pero sí que puede hacerlo.

La influencia de las PASO sobre la elección es relativa, pero es un antecedente que puede influir. Esta es la cuarta elección con primarias  obligatorias, abiertas y simultáneas que se celebra en la Argentina. En 2011, Cristina ganó las primarias con 50% y en la elección llegó al 54%. A su vez el socialista Hermes Binner que había tenido 10%, elevó en octubre su porcentaje al 17%. Es decir que la polarización entre primero y segundo que en las PASO fue de 60%, en la elección alanzó al 71%. En 2013, en la provincia de Buenos Aires, el candidato justicialista anti-K (Massa) obtuvo 35% y el que encabezaba la lista kirchnerista (Insaurralde), 30%. En la elección de octubre, el primero se elevó al 44% y el segundo a sólo 32%, La polarización que había sido del 65%, en las primarias en la elección alcanzó al 76%. En los dos casos, el primero en las PASO ratificó su triunfo en la elección. Pero en 2015 no fue así. En agosto de ese año, en las PASO Scioli obtuvo 38% y Macri 30%. Pero en la primera vuelta, esta diferencia de ocho puntos se redujo a tres y en la segunda terminó ganando Macri. Es decir que en dos de los tres precedentes, el ganador de las PASO terminó ganando la elección, pero en uno no fue así. Es sobre este precedente que el oficialismo prepara su estrategia para revertir en octubre si tiene un resultado no favorable en agosto. La idea es volver a jugar con el efecto “temor” que genera en las clases medias el Kirchnerismo y en caso de ganar Cristina, con su eventual retorno en 2019.

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El oficialismo intenta replantear su estrategia en el conurbano bonaerense, advirtiendo que los efectos electorales de la situación económico-social son mayores que los previstos. El único candidato de Cambiemos en la lista bonaerense que proviene del sector más popular (el ex piquetero Toty Flores) ha dicho que el aumento del tarifas “afectó muchísimo” a la clase media baja, el sector social que está electoralmente en disputa. Sobre este sector recae ahora un nuevo aumento de tarifas, que se hará efectivo justo en la temporada invernal -como sucedió el año pasado- con lo cual el mayor consumo incrementa el monto a pagar en varias veces. Pero la estrategia del oficialismo apunta a insistir con la presencia del Presidente en el territorio bonaerense -en ocho días va a estar cuatro veces- anunciar el inicio de obras, dar crédito con tasa del 24% a los sectores de menores ingresos sobre sus subsidios y pensiones mediante la tarjeta Argenta del Anses, reforzar la antinomia peronismo-antiperonismo llevando a Carrió a hacer campaña en el conurbano y profundizar la divisoria social, como lo hace el asesor político más importante del Presidente (Durán Barba), al identificar públicamente al “voto duro” de Cristina con “la economía informal, quienes producen o venden mercaderías con marcas falsificadas, viven de subsidios, o son  parte del millón de personas que viven del narcomenudeo en la Ciudad o la Provincia”. No sólo los candidatos de Cambiemos han quedado en un segundo plano, sino que lo mismo ha sucedido con Vidal respecto a Carrió. La campaña ha tomado un sesgo “anti-peronista”.

Pero la estrategia central está en impulsar los procesos judiciales sobre la corrupción del Kirchnerismo. Esta semana, es probable que en alianza con Massa, Cambiemos logre en la Comisión de Asuntos Constitucionales el dictamen para que la Cámara trate el pedido de expulsión del diputado Julio De Vido, acusado de corrupción en numerosas causas y procesado en varias. Pero es incierto si logrará los dos tercios de los diputados presentes en la sesión para votar este dictamen. La cuestión hacia el futuro, es qué sucederá con el Congreso si el oficialismo pierde la elección en la provincia de Buenos Aires en octubre. En los cinco meses de sesiones ordinarias del Congreso se han sancionado 27 leyes. Sólo nueve han sido originadas en el Ejecutivo, ocho han sido de tipo protocolar y la única con contenido ha sido la de emprendedores. El domingo 23 de julio fue la elección provincial en Chaco y el Peronismo -que gobierna la provincia- ganó en forma contundente por doce puntos sobre  Cambiemos. De los dieciséis legisladores en disputa, el PJ obtuvo nueve, Cambiemos seis y la izquierda el restante. El Kirchnerismo se presentó con la denominación de Frente Grande y no obtuvo ninguno. Esta elección confirma que no le será fácil a Cambiemos ganar en las provincias gobernadas por el Peronismo -son 17 sobre 24- y que el Kirchnerismo es débil en el interior del país, pese al éxito relativo que está obteniendo Cristina en la provincia de Buenos Aires. En el campo social, los “movimientos sociales” -que serían recibidos por la Ministra de Acción Social- el 27 y 28 de julio realizan una nueva protesta con ollas populares, acampes  cortes y el próximo viernes, la CGT hace un plenario, en el cual retornarían sectores disidentes, tanto que reclamaba más dureza frente al gobierno, como también algunos gremios que estuvieron próximos a Macri.

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En conclusión: los sondeos publicados entre el 7 y el 23 de julio, dan ventaja a Cristina en la provincia de Buenos Aires para las PASO del 13 de agosto; la influencia de ellas sobre la elección de octubre es relativa: anticiparon el resultado en 2011 y 2013, pero no lo hicieron en 2015; el oficialismo advierte que los efectos sociales de la economía en el conurbano generan mayor costo electoral al esperado, pero reacciona asumiendo una campaña “anti-peronista” y  la corrupción del Kirchnerismo es estrategia central de Cambiemos y la expulsión de De Vido es un objetivo relevante, cuando la elección de Chaco muestra que no será fácil ganarle al PJ donde gobierna.

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