Vie. Mar 29th, 2024

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Los cien días de Macri, la visita de Obama y los holdouts. Por Rosendo Fraga.

Mauricio Macri ha tomado los cien días de gobierno para hacer un balance público de su gestión, realizando una serie de reportajes y notas periodísticas. Como es lógico la defendió, pero lo hizo con moderación y equilibrio y contó con la simpatía del periodista. La realidad es que hay un balance positivo: el país está funcionando con relativa independencia de poderes; los acuerdos y el consenso lo están haciendo en la política, como lo muestra la media sanción del proyecto para terminar con el problema de los holdouts; en política exterior el país ha restablecido su relación con los países desarrollados como lo evidencia la visita de Obama y en economía, se han dado pasos trascendentes con una dirección clara: devaluación, levantamiento del cepo, suspensión de las retenciones y acuerdo con los holdouts. En cuanto a las señales de atención se pueden mencionar: no parece haber una política clara en materia de seguridad pública; la situación de los sectores sociales más vulnerables se ha visto afectada por la combinación de devaluación e inflación; el equipo de gobierno, proveniente en general del sector privado, a veces no parece entender la particularidad de la gestión pública y quizás el Presidente necesite pensar en una coalición parlamentaria permanente -al estilo de la que tiene la gobernadora Vidal en la provincia de Buenos Aires- que evite una negociación constante con la oposición.

Pero, en la semana que se inicia la cuestión central es la visita del Presidente de los EE.UU.. La perspectiva histórica ayuda a dimensionar su   singularidad. Es el sexto Presidente estadounidense que visita el país. Dos lo hicieron para asistir a conferencias interamericanas: Roosevelt en 1936 y Bush hijo en 2005. Eisenhower en el gobierno de Frondizi, Bush padre al comienzo del gobierno de Menem y Clinton sobre su final vinieron a la Argentina, pero también lo hicieron a otros países de la región, como Brasil y Chile. Cabe recordar que Renzi visitó la  Argentina en el marco de una gira por Chile, Perú, Colombia y Panamá y Hollande estuvo también en Perú y Uruguay. En cambio Obama es el único que viene solamente a la Argentina en América del Sur. La llegada de Macri al poder en Argentina tiene efectos similares a la de Chávez en Venezuela a fines de 1998, en cuanto a que es el punto de inflexión de un cambio político en la región. Entonces más lejos de EE.UU. y ahora más cerca. La visita de Obama al cumplirse los cien días de Macri, culmina un premier tramo de una política exterior rápida y eficaz. La visita del Presidente de los EE.UU. no tendrá efectos económicos inmediatos, pero refuerza un giro que genera interés en los inversores, lo que gradualmente puede derivar en inversiones. El próximo paso es la visita de Macri a Washington, en sólo una semana, para asistir a la Cumbre de Seguridad Nuclear de la que participan 52 presidentes, oportunidad en la cual volverá verse con Obama.

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En política interna, el Congreso sigue siendo el ámbito más relevante, por la necesidad de tener la sanción del acuerdo con los holdouts antes del 14 de abril. Esta semana, el proyecto que tiene media sanción de Diputados tendría el despacho de comisión en el Senado, que habilitaría  su tratamiento en el plenario de la cámara el 30 de marzo, cuando podría tener sanción definitiva. El oficialismo estima que logrará más de 40 votos favorables, lo que implica contar con aproximadamente la mitad de los senadores peronistas. La reunión que mantuvieron la semana pasada los ministros de economía de las provincias con el Ministro del Interior terminó de ultimar el acuerdo respecto a los términos y los tiempos de la devolución del 15% de la coparticipación retenida a las provincias desde la estatización de las AFJP, para la aprobación del proyecto. La media sanción en diputados mostró por un lado la disposición a acordar de Massa y los peronistas disidentes y la debilidad del Kirchnerismo. Pero también, la capacidad de la oposición que horas antes de la votación, hizo modificar 11 de los 19 artículos del proyecto del Ejecutivo. Los cambios lo perfeccionaron. Ello, más el acuerdo que tras la media sanción permitió sumar a los bonistas chicos, redujeron el riesgo de que el 4 de abril la Cámara de Apelaciones de New York prorrogara las cautelares en contra de Argentina. Por su parte el Kirchnerismo, debilitado en el sistema político, se vuelca a la oposición en la calle y el 24 de marzo en conjunto con la izquierda realizarán una marcha y concentración en repudio al último golpe militar, al cumplirse su 40 aniversario, oportunidad en la cual se oirán también voces críticas a la visita de Obama.

Al mismo tiempo, la corrupción del Kirchnerismo a través de sus empresarios más emblemáticos irrumpe en el escenario político y judicial. Así como Argentina es una referencia de giro político-ideológico en la región, Brasil lo es en cuanto a presión de la opinión pública y acción de la justicia en pos del saneamiento ético en lo político y empresario. El gobierno de Macri parece estar en una posición neutral: ni impulsa las acciones ni intenta frenarlas. En realidad la justicia está funcionando con independencia. Los medios están publicando información que incentiva las acciones judiciales. Los dos empresarios más próximos al matrimonio Kirchner (Cristóbal López y Lázaro Báez) se encuentran judicialmente amenazados como nunca antes. Mientras hay jueces como Bonadío que hoy pueden moverse con libertad de acción en las causas de corrupción contra el Kirchnerismo, también los hay como Casanello, que ante el cambio político han comenzando a actuar tras un prolongado periodo de inacción a favor del Kirchnerismo. Pero también hay efectos colaterales de estas denuncias. El tercer empresario ligado al matrimonio Kirchner (Ferreyra), sería blanco de denuncias -como lo anticipó el periodista Jorge Lanata- la situación del ex titular de la AFIP (Echegaray) hoy a cargo de la Auditoria General de la Nación se complica por su inacción frente a los casos denunciados y Cristóbal López desde uno de los medios que controla (C5N), amenazó con un programa especial contra un empresario de obra pública próximo al Presidente (Caputo), que después no se concretó. El 13 de abril, Cristina Kirchner declara ante el juez Bonadío como imputada en la causa de la venta del dólar futuro del Banco Central y algunos asesores del gobierno temen esta situación pueda convertirla en «víctima».

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En conclusión: Macri cumple cien días de gobierno pudiendo presentar un balance positivo en lo institucional, político, económico y en las relaciones exteriores y algunas asignaturas pendientes como es lógico; en la semana que se inicia, la visita de Obama refuerza el éxito de la política exterior y resalta la atención que tiene el cambio político argentino, en función de la región; tras una última negociación con los gobernadores, el Senado daría esta semana dictamen favorable al proyecto de acuerdo con los holdouts que tiene media sanción en diputados y los medios han denunciado la corrupción de empresarios próximos al matrimonio Kirchner y la justicia avanza en las acciones judiciales consecuentes, sin certezas sobre sus consecuencias.

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