Vie. Abr 19th, 2024

Prensa Republicana

Con las ideas derechas

La votación del bochorno – Por María Zaldívar

Antes de empezar esta nota le sugiero que abra el attach: (http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/dselectronicos/actas/2014/132OT06_12_R11.pdf)   y   lea   con detenimiento el nombre de los diputados, cada voto afirmativo y le sugiero, además, que se detenga en las ausencias, que también hablan por sí solas.

Siete sobre doscientos cincuenta y siete diputados se animaron de decir que el pañuelo blanco de las madres de plaza de mayo no representa un símbolo patrio. Patricia Bullrich y Silvia Majdalani (PRO); Elia Lagoria (Trabajo y Dignidad de Chubut, el partido de Das Neves) y Mirta Tundis, Laura Esper, Azucena Echosor y Liliana Schwindt (Frente Renovador). Sesenta y nueve de nuestros representantes estuvieron ausentes y el resto votó de manera afirmativa. Vaya el reconocimiento expreso a esas siete mujeres que se animaron.
El proyecto, idea del oficialismo, fue acompañado por representantes de la izquierda, el socialismo, el GEN, el radicalismo, el partido Demócrata de Mendoza, Trabajo y Dignidad de Chubut y el PRO.
A modo de nota de color, vayan algunos de los ausentes: Lousteau, Carrió, De Narváez, Laura Alonso, Stolbizer, Massa, Triaca, Facundo Moyano, Donda, de Mendiguren, Cobos, Graciela Caamaño, Aguad, Insaurralde y Alfonsín. Paradójicamente, son caras que tienen asistencia perfecta en la televisión; casi que les cabría el mote popular de “caretas”.
Justo los más televisivos son los que no estuvieron donde ayer debían estar. ¿Cómo escucharlos de ahora en más sabiendo que pueden volver a ausentarse si el tema a tratar los incomoda? ¿Cómo no suponer que evitaron definirse y prefirieron pegar el faltazo? ¿Cómo votar en el futuro una lista que los vuelva a llevar a la Cámara? ¿Cómo confiar en ellos? ¿Para qué queremos representantes que no están para las batallas difíciles?
No resulta una sorpresa que las diversas izquierdas hayan acompañado y con alegría, el proyecto K. Son los mismos que estatizaron cuanta cosa les propuso el gobierno kirchnerista y estuvieron siempre con ese denominado movimiento de derechos humanos que empezó agitando la bandera de la vida y la justicia y terminó envuelto en estafas reiteradas sobre fondos públicos apañado por los funcionarios. La izquierda y el oficialismo vienen avalando la denegación de justicia sobre cientos de detenidos que arrumban de manera inhumana en cárceles sobrepobladas, esperando el final de procesos judiciales viciados, en amplia violación de todos los pactos internacionales a los que el país adhiere.
De ellos sólo se puede esperar más arbitrariedad y más sed de venganza. Muchos son asesinos confesos. Vaya si les pueden importar los símbolos patrios. El tema es el resto, la ¿reserva moral?
Del macrismo levantaron la mano por las Madres de Plaza de Mayo Pinedo, Sturzenegger, Miguel del Sel, los PRO-futbolistas Baldassi y Mac Allister, el PRO-rabino Sergio Bergman, Tonelli, Gribaudo y las desconocidas Cornelia Schmidt, Soledad Martinez y Gisela Scaglia. El radicalismo también aportó sus laureles en las personas del ruralista Buryaile, el ex fiscal Manuel Garrido, Eduardo Costa, Cano y Barletta entre muchos otros.
El debate que se planteó entre el público casi sin interrupción desde que esa aberración fue convertida en ley, fue si estos diputados lo han hecho por convicción o por lucir “políticamente correctos”. Ojalá fuese la segunda opción. Gente sin principios sería menos compleja de remover. Sin embargo, es de temer que se trate de su íntima convicción ideológica, que tengan la cabeza quemada por la prédica falaz y la ignorancia y no sepan diferenciar entre una causa justa y las trampas que el marxismo nos tiende.
Hemos retrocedido otro paso en el trayecto hacia la república. La duda y ya a esta altura el miedo, es saber cuántos tenemos como objetivo esa estación.

Fuente: http://www.mariazaldivar.net/

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