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La pugna estratégica global – Por Rosendo Fraga

 

La pugna estratégica entre EEUU por un lado y China y Rusia por el otro se desarrolla en los espacios globales y regionales de integración comercial. Obama avanza antes de finalizar su segundo mandato en gestar  una amplia zona de libre comercio que, con eje en los EEUU, se despliegue desde hasta la frontera con China en el oeste hasta la de Rusia en el este. Tiene como instrumento al Tratado Transpacífico, firmado en octubre y que reúne a EEUU, Canadá, México, Perú y Chile en America, con Australia y Nueva Zelanda en Oceanía y cinco economías de las cuales Japón es la más grande. Al mismo tiempo también en octubre tuvo lugar una nueva ronda de negociación del Tratado Transatlántico, otro instrumento que integra suma a los EEUU y los 28 países de la UE. Sumados ambos espacios, representan más del 60% de la economía mundial. China acaba de responder con la reunión del Presidente Xi con sus colegas de Japón y Corea el Sur para avanzar en la creación de un espacio económico integrado del Asia. Este último país, pese a ser un firme aliado militar de EEUU, ha optado por este segundo proyecto, mientras que Japón, habiendo firmado el Tratado Transpacífico, ha avanzado también en la negociación para integrar la iniciativa china. Rusia por su parte avanza en la creación de un espacio integrado de las ex republicas de la URSS, al que hasta ahora ha logrado sumar a cuatro de las catorce que la integraban  (Bielorusia, Armenia y dos países del Asia Central). Pero la cuestión es si China y Rusia están dispuestos a potenciar el Grupo de Shangai, que integran junto con cuatro de los cinco países de Asia Central (sólo está afuera Uzbekistán). Se trata de una iniciativa estratégica con aspectos económicos y de seguridad que busca instalar un gran espacio euroasiático desde la costa china sobre el Pacífico, hasta la rusa sobre el Atlántico.

Pero el factor militar está jugando un rol relevante en la pugna estratégica y eso se ha hecho evidente en el Mar del Sur de China. En octubre, la navegación de buques militares estadounidenses en la zona en litigio entre China y otros países en el mar que está al sur de la potencia asiática, generó una fuerte protesta de la diplomacia de Beijing. La soberanía sobre el fondo del mar ha surgido como conflicto entre los países del mundo por la posibilidad de extraer hidrocarburos de su lecho. Pero también es una ruta marítima por la cual pasa un tercio del comercio mundial. China tiene conflictos con Japón en su Mar Oriental y en su Mar del Sur los tiene con países que también son aliados militares de EEUU -como Filipinas, Taiwán, Malasia y Brunei- y con otros que, como Vietnam, se han acercado a Washington temiendo la hegemonía china. La construcción de islas artificiales desde las cuales Beijing proyecta reclamos soberanos ha agudizado estos conflictos. Si bien China no tiene interés en desplegar fuerzas militares fuera de su área de influencia inmediata, sí está dispuesta a disputarle a EEUU el liderazgo en su entorno geográfico. La garantía de seguridad que Washington ha dado Taiwán y las bases militares que tiene en Japón y Corea del Sur son las situaciones que China querría modificar en el largo plazo.

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El conflicto de Medio Oriente, y en particular los despliegues militares de Rusia y EEUU en Siria, muestra otro foco de tensión militar. Desde hace un año, una coalición militar liderada por EEUU, que integra a países de la OTAN y gobiernos árabes sunnitas, bombardea con relativo éxito al EI en Irak y Siria. Semanas atrás Rusia irrumpió con su propia coalición, articulando a los gobiernos chiítas de Irak y Siria junto con elementos como la milicia Hezbollah del Líbano y los rebeldes Hutis de Yemen. Iniciados los bombardeos tanto sobre el EI como contra los rebeldes que combaten al Presidente Assad, sumó a la ofensiva tropas terrestres propias e iraníes, la que ya venían actuando en Siria. EEUU y sus aliados reclamaron, pero terminaron aceptando un acuerdo para no interferirse en el cielo sirio y la posibilidad de una negociación para que, tras llamar a elecciones en este conflictivo país, el Presidente se retire en forma negociada. Con esta operación, Rusia no sólo ha irrumpido militarmente en Medio Oriente, sino que también lo ha hecho en el Mediterráneo Oriental, un área de control estratégico-militar de la OTAN. Pero en octubre tropas estadounidenses entraron en combate en Irak para rescatar rehenes y el Pentágono anunció que también lo harán en Siria, con lo que Obama está abandonando su doctrina de «no más botas en el terreno». Esta situación ha generado una alianza que parecía improbable: Al Qaeda le ha propuesto al EI juntar fuerzas para combatir en conjunto la intervención militar simultánea de EEUU y Rusia.

La tercer área de tensión en el campo estratégico-militar es Europa del Este, donde la OTAN se expande para contener a Rusia y esta percibe su expansión como amenaza estratégica. Mientras la secesión pro-rusa en Ucrania se encuentra en situación de tregua y la ocupación de Crimea se va consolidando, la OTAN está instalando bases de despliegue en los tres países bálticos (Lituania, Estonia y Letonia) y en Polonia, Rumania y Bulgaria. No son bases permanentes, sino instalaciones con poco personal, listas para recibir y desplegar desde ellas efectivos estacionados en Alemania y otros países. Rusia por su parte ha desplazado misiles intercontinentales al su enclave de Kaliningrado, su punto geográfico más cercano a los EEUU. Pero la pugna OTAN-Rusia tiene otras implicancias. Esta alianza militar ha realizado a fines de octubre un gran ejercicio militar con fuerzas estadounidenses, españolas, portuguesas e italianas en el Mediterráneo Occidental. Al mismo tiempo, escala el conflicto entre Arzeibaiyán y Armenia, dos ex repúblicas soviéticas que si bien no forman parte de la UE ni la OTAN, integran el Consejo de Europa junto con los países balcánicos y el resto de Europa. El jefe del estado mayor del ejército turco -país que sí integra la OTAN- ha dicho desde Baku, la capital azerí, que su país no permitirá que siga la ocupación de regiones de Azerbaiyán por Armenia, la que a su vez tiene el respaldo de Rusia.

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En conclusión: mientras EEUU avanza en los tratados Transpacífico y Transatlántico, China impulsa un espacio asiático integrado y Rusia trata de potenciar el grupo de Shangai como respuesta; los conflictos por la soberanía en los mares Sur y Oriental de China involucran la presencia militar de EEUU, comprometido mediante tratados con sus aliados como Japón, Singapur, Filipinas y otros; Medio Oriente y Siria en particular son un área de pugna estratégico-militar entre EEUU y Rusia, pese a lo cual se unen el EI y Al Qaeda para confrontar con ellos y el despliegue militar de la OTAN en los países de Europa del Este es una respuesta ante la amenaza que Rusia representa para ellos tras la ocupación de Crimea y la secesión en Ucrania.

Fuente: http://www.nuevamayoria.com