La prioridad puesta en los holdouts. Por Rosendo Fraga.

El discurso de Macri en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso fue su primera manifestación política orgánica en la que primó la palabra sobre la imagen. Hasta ese momento la comunicación del oficialismo había dado prioridad a la imagen sobre la palabra o el discurso como método de expresión. Es como si en los primeros 80 días de gobierno hubiera continuado la metodología de comunicación centrada en la imagen que predominó en la campaña electoral, que fue exitosa. Pero Macri ha caído algo en las encuestas -lo que es casi inevitable en las primeras semanas de gobierno si hay medidas como devaluación, despidos, etc., y en un contexto de alta inflación- y ello hace necesaria una explicación a la opinión pública sobre por qué se toman este tipo de medidas. Fue una de las pocas veces en las cuales el Presidente optó por escuchar al ala política de su gobierno, que tiene como eje al ministro del Interior (Frigerio), y no al equipo de comunicación, en el cual su asesor ecuatoriano (Durán Barba) tiene la voz dominante. El 1 de marzo era la última oportunidad que tenía Macri para hablar de la «herencia recibida» que explica las medidas de ajuste. De no hacerlo, a partir del segundo trimestre de gobierno -que cronológicamente comienza el 10 de marzo- la opinión pública iba a comenzar a percibir los problemas como consecuencia del actual gobierno y no del anterior. Buscando compensar, ahora el Ejecutivo tratará de restablecer un mensaje optimista y tras la aprobación del acuerdo con los holdouts enviará algunos proyectos que generen consenso con la oposición.

El jueves 10 de marzo el Ejecutivo tratará que la Cámara de Diputados dé media sanción al acuerdo alcanzado con los holdouts. Tiene asegurado el quórum, dado que el inter-bloque de Massa con 33 diputados -excluidos los de De la Sota que han salido del mismo- lo darán. También lo da el Bloque Peronista con cerca de 20 diputados -escindidos del FPV- y partidos provinciales como el Movimiento Popular Neuquino y ex aliados del Kirchnerismo como los legisladores del Frente Cívico de Santiago del Estero. El miércoles Cambiemos logró que se definan las autoridades de las dos comisiones cuyo dictamen es necesario para que la Cámara de Diputados trate el proyecto sobre los holdouts, que incluye la derogación de las leyes «cerrojo» y de «pago soberano». Dos diputados del PRO (Laspina y Amadeo) presiden las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Finanzas respectivamente. Ello permitió enviarlo en la mañana del viernes 4 de marzo y que sea discutido en estas comisiones en la misma tarde ese día, con el estilo del «trámite express» que instaló el Kirchnerismo en los últimos años. La intención es que el plenario de la Cámara le dé media sanción el jueves. El problema que surge es que, asegurado el quórum, no es seguro que todos los artículos sean aprobados como son enviados. El inter-bloque de Massa anticipó que aprobará el proyecto en general, pero que introducirá modificaciones en determinados artículos. Cabe recordar que un legislador de su bloque forzó la modificación del DNU que anula la restitución del 15% de la coparticipación retenida a las provincias, firmado por Cristina a horas de terminar el gobierno, que Cambiemos rechazó la pretensión de Massa de presidir la Comisión de Relaciones Exteriores y optó por Carrió, y que reclama las presidencias de 7 de las 45 comisiones de Diputados, además de que pretende presidir la Bicameral de seguridad.

Pero la situación es más difícil para el Ejecutivo en el Senado y la reunión que mantendrán los gobernadores en Casa de Gobierno el 8 de marzo puede ser decisiva para la aprobación en esta Cámara. En ella, Cambiemos depende de los 42 legisladores del FPV para lograr el quórum. Tiene sólo 15 de 72 senadores, y ello explica que haya sido derrotado en su pretensión de presidir las comisiones claves para la «gobernabilidad». Cuatro legisladores del FPV (Abal Medina, Fuentes, Guastavino y Urtubey, hermano del gobernador) presiden las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Asuntos Constitucionales, Justicia y Acuerdos respectivamente. De las comisiones importantes, el oficialismo sólo logró el Presidente de  Relaciones Exteriores (Cobos). Es por esta razón que adquiere importancia la reunión que mantendrán los 24 gobernadores en Casa Rosada esta semana, antes del tratamiento del proyecto de acuerdo con los holdouts en Diputados. La reunión fue ganando importancia, dado que inicialmente no iban a ser invitados todos y porque se analiza que asista el propio Presidente de la Nación, quien exhortaría a los gobernadores a que sus senadores aprueben el proyecto sin exigir contraprestación en materia de financiamiento. Su argumento sería que de no hacerlo serían responsables del fracaso y los costos que implica no salir del default para el país. Pero los gobernadores se preparan para redoblar la apuesta a lo logrado por Massa en su negociación por el DNU: que la restitución del 15% de la coparticipación, que es retroactiva, se haga en forma gradual en cinco años. Los gobernadores pedirían sea en sólo tres años y con cierto pago efectivo en 2016. La semana pasada comenzó el tratamiento en el Senado de la aprobación de los dos postulantes propuestos por Macri para la Corte (Rosatti y Rosenkrantz). Hay quienes piensan que el segundo enfrentará resistencias. Macri por su parte el lunes recibió a los intendentes de las capitales de provincia, intentando una acción para presionar a sus gobernadores.

Mientras el Kirchnerismo decide llevar la oposición a la calle, esta semana visita el país la encargada de relaciones exteriores de la Unión Europea (UE). Cristina Kirchner está asumiendo que su influencia en el sistema político está en declinación, tanto en los gobernadores como en el Congreso, y además se siente amenaza en la justicia y por el fantasma de lo que está sucediendo en Brasil con Lula. Eso hace que se abrace cada vez más a La Cámpora, busque la alianza con los partidos de izquierda y conmemore los tres años de la muerte de Chávez, diciendo que «dejó la vida por un pueblo libre». La confluencia del Kirchnerismo con la izquierda en la conmemoración del 40 aniversario del último golpe militar y la movilización en defensa de la ex Presidenta el 13 de abril, cuando sea indagada por el juez Bonadío en la causa del dólar futuro, son hitos en esta estrategia. La visita que realiza esta semana la virtual canciller de la UE (Morgherini) permite a Macri profundizar la política de normalización de las relaciones con los países occidentales y de apertura económica. Insistirá ante ella en la posición argentina de avanzar en el demorado Tratado de Libre Comercio con la UE.

En conclusión: el discurso de Macri ante el Congreso es la primera explicación que da ante la opinión pública por las medidas de ajuste (devaluación, despidos, aumento de tarifas, etc.) y era la última oportunidad que tenía para hacerlo; Cambiemos tiene quórum para tratar el acuerdo con los holdouts en Diputados, pero puede tener problemas con la aprobación de algún artículo del proyecto en particular; en cambio en el Senado, el tratamiento está pendiente de la reunión que esta semana tendrán los gobernadores en Casa de Gobierno, en la que reclamarán por la devolución de la coparticipación retenida; por último, mientras el Kirchnerismo se vuelca a la oposición en la calle ante su debilitamiento en los gobernadores y el Congreso, la visita de la encargada de relaciones exteriores de la UE profundiza la política exterior de Macri.

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