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La nueva farsa de Maduro: declara el fin de la crisis económica en Venezuela. Por Nitu Pérez Osuna

“Venezuela abandonó el estado de hiperinflación» afirmó Nicolás Maduro en una entrevista comenzando el año 2022. “Yo puedo declarar políticamente, con el resultado del manejo de la inflación entre los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, que ha sido de un dígito con tendencia a la baja”, dijo.

Estas declaraciones de Maduro coinciden con el análisis de algunos economistas, quienes aseguran el fin de la hiperinflación en Venezuela porque –cuatro años y dos reconversiones monetarias después– la inflación en septiembre de 2021 fue de 7,1%, la de octubre 6,8%, la de noviembre 8,4% y la de diciembre 7,6% según los datos del Banco Central de Venezuela (BCV).

Sin embargo, el pueblo venezolano mide la economía conforme a otros términos más aterrizados. Y es que un ciudadano de a pie, –según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM)-  necesitó 431,71 dólares para adquirir 60 productos en diciembre pasado, agregando además, que los precios de diversos rubros aumentaron en promedio un 6,5 % en comparación a noviembre, es decir, 26,22 dólares.

Las frutas y hortalizas fueron el rubro más afectado “al registrar un incremento de 19,9 %, seguidas por el azúcar y la sal, (8,9 %); carnes y preparados, (7,5 %); café, (7,4%); pescados y mariscos, (6,6 %); grasas y aceites, (6,0 %); leche, quesos y huevos, (5,1 %)”. La verdad es, a la luz de estos números, que el venezolano necesitaría 289,24 salarios mínimos para poder cubrir las necesidades de una familia.

Como bien reseñó la revista SEMANA al final de 2021, “a pesar de que en mayo pasado el mandatario chavista aumentó en un 300 % el sueldo mínimo en Venezuela, esta cantidad se vuelve sal y agua en el bolsillo de los venezolanos, quienes comenzarán el año 2022 con salarios de miseria, que equivalen a poco más de 10.000 pesos colombianos al mes”, es decir, alrededor de 2,5 dólares.

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Para entender lo que significa este salario mínimo de miseria, basta compararlo con los precios de algunos productos básicos, como por ejemplo el jamón que se ubica en 11,5 dólares por kilo,  el atún en 11,1 dólares por kilo, una lata de leche en polvo a 9,06  dólares y 1 kilo de carne porcina en 8,75 dólares, según informó en noviembre pasado el Observatorio Venezolano de Finanzas, OVF.

Estas son las cifras que verdaderamente importan, y no las curvas teóricas que publica el BCV cuando le conviene.

El OVF publicó en su página electrónica un informe que señala que “la tasa de inflación correspondiente a diciembre de 2021 se situó en 6,0% y la tasa anualizada en 660%. Con este resultado, diciembre de 2021 sería el décimo mes en que se alcanza una tasa de inflación inferior al 50%, lo que sugiere que todavía persiste el cuadro de hiperinflación que ha mantenido la economía venezolana por cuatro años y un mes consecutivos”.

El Observatorio Venezolano de Finanzas señala que la disminución aparente de la inflación ha sido posible perjudicando gravemente otros aspectos de la economía.

Primero, porque la reducción del gasto fiscal real se ha logrado a costa del reducido pago de las remuneraciones de los empleados y pensionados del sector público.

Segundo, porque “el BCV ejecutó una política agresiva de intervenciones en el mercado cambiario con el objeto de estabilizar el tipo de cambio nominal… que hace muy barata las importaciones y muy cara la producción nacional. Como resultado de esa política, el BCV perdió reservas internaciones por US$ 520 millones”.

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Y tercero, porque “la política de elevados encajes bancarios (85%) ha tornado ilíquida la economía, hecho que si bien ha restringido los bolívares en circulación para comprar dólares también ha impedido el financiamiento de la actividad económica”.

En resumen, el fin de la hiperinflación anunciado por Maduro es una maniobra propagandística que no resuelve para nada la situación real de pueblo venezolano, sino que la agravará en los próximos meses.

Recordemos que la mas reciente Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), señaló que el 94,5 % de los venezolanos se encuentran en pobreza y el 76,6% en pobreza extrema. Para ellos el dólar es inalcanzable, moneda ésta que es la que circula en Venezuela, porque el bolívar es casi inexistente. Lo que más llama la atención es que Maduro tuvo que reconocer la hiperinflación y lo que celebra es su desaceleración. Bonito triunfo ¿no?

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