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De Narváez podría ser candidato a gobernador de Buenos Aires por Macri y Scioli disputaría la jefatura de gobierno porteña – Por Carlos Tórtora

La semana pasada habrían vuelto a conversar dos ex aliados que en el 2009 le ganaron la elección para diputados nacionales del 2009 a la lista del Frente para la Victoria que encabezaban Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa. Se trata de Mauricio Macri y Francisco de Narváez. Las circunstancias hacen que este diálogo sea hoy especialmente significativo. Macri se propone ser presidente el año que viene a caballo de una alianza que pivotea sobre Ernesto Sanz y Elisa Carrió. Pero ninguna de estas tres figuras que encabezan el proyecto de frente no peronista cuenta con un candidato a gobernador de Buenos Aires competitivo para ganarle al peronismo en su versión kirchnerista o massista. Esta carencia compromete seriamente las chances presidenciales de Macri, ya que el 40 por ciento del padrón nacional vota en este distrito. Si por ejemplo Martín Insaurralde se incorpora al Frente Renovador para ser candidato a gobernador, podría captar no sólo votos peronistas sino también independientes, reduciendo significativamente los márgenes del PRO, con el agravante de que unos cuantos radicales bonaerenses, empezando por Ricardo Alfonsín, rechazan la alianza con Macri.

Por su parte, De Narváez estaba preparando su relanzamiento como candidato a gobernador de una estructura sciolista ajena al Frente para la Victoria. Sin embargo, la realidad es que el estricto alineamiento que el gobernador muestra con los deseos de CFK le haría muy complicado a De Narváez aparecer como candidato sciolista. Y la realidad es que, a esta altura de los acontecimientos y después de varios años de amagues que no pasaron a los hechos, ya casi nadie en el entorno de Scioli cree que éste se subleve contra el cristinismo para relanzarse como candidato del peronismo moderado.

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Las situaciones personales de Macri y De Narváez hacen entonces que se den las condiciones ideales para un acuerdo: que el empresario sea el candidato a gobernador del jefe de gobierno. Sin duda que, entre la dirigencia peronista, De Narváez es sin duda el menos peronista de todos, por lo cual su incorporación a un frente con la UCR no sería incompatible, ya que en el 2011 fue aliado de Alfonsín. En la mesa chica del PRO, algunos evalúan que esta operación podría darle a Macri el impulso que le falta para proyectarse en las encuestas en un nivel cercano al de Massa.

Cruzando la General Paz

Claro está que los tanteos para una alianza entre Macri y De Narváez no se están acelerando por casualidad. Ambos estarían al tanto de una versión que está creciendo en el entorno presidencial. La misma señala que Cristina estaría cada vez más decidida a buscarle a Scioli un destino electoral que no sería la candidatura presidencial. La idea sería que vuelva a su distrito original, la Capital Federal, para disputarle la Jefatura de Gobierno a Gabriela Michetti o quien decida Macri. En la Casa Rosada estiman que, bien gerenciado, Scioli podría alcanzar los 35 puntos, polarizando la elección con el macrismo. En los últimos días, un funcionario saliente del gobierno nacional, Víctor Ramos, con el patrocinio de Pacho O’Donnell, está oficiando de punta de lanza de este proyecto en Capital. Scioli candidato a jefe de gobierno tendría también otro aspecto favorable para el gobierno y es que Sergio Massa se quedaría sin espacio para construir una lista propia en territorio porteño, lo que lo debilitaría en el cálculo global.

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Obviamente, de concretarse el cambio de distrito de Scioli, el mismo confirmaría que Cristina se dispone a construir un esquema electoral absolutamente propio y que negociaría lo menos posible con los gobernadores del PJ que no pertenecen a su club. Desde ya que Florencio Randazzo podría ser el primer beneficiario de este cambio, ya que es el único que parece medir algo entre la media docena de precandidatos presidenciales K, seguido -pero muy de lejos- por Sergio Urribarri.

Fuente: http://site.informadorpublico.com/