Vie. Mar 29th, 2024

Prensa Republicana

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Católicas por el derecho a decidir: la mentira del siglo. Por Horacio Giustio Vaudagna

En el Estado argentino el proyecto de Ley por la legalización del Aborto cuenta con media sanción en su órgano parlamentario[i], es decir, hasta que no se obtenga la aprobación en Senado y se publique oficialmente dicha ley, el aborto en la actualidad sigue siendo un delito[ii]. Sin embargo, en forma impune y en contra de lo que determina el propio código penal[iii], un grupo de organizaciones financiadas internacionalmente[iv] han abierto el portal web Aborto Sin Barreras[v].
Entre las principales organizaciones financiadas por la mayor empresa[vi] abortista del mundo, International Planned Parenthood Federation, resulta llamativo ver el nombre de “Católicas por el derecho a decidir”[vii]. Algún lector desprevenido podrá pensar a qué tipo de decisión hará referencia el nombre de la asociación mencionada; lo real es que este supuesto colectivo de personas “católicas” se encuentra en constante lucha por legitimar la práctica del aborto. Se auto proclama una organización sin fines de lucro que asienta sus ideas sobre perspectivas feministas (incluyendo toda cuestión de género) y teológicas, para erradicar el fundamentalismo religioso que impide la proliferación de los derechos sexuales reproductivos (léase aborto). Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) existe desde hace 20 años en América Latina, aunque en rigor de verdad esta organización es una extensión de “Catholics for Choice (CFC)” fundada en 1973 en Estados Unidos y cuya sede actual es en Washington, DC. CFC manifiesta abiertamente que su principal misión es luchar contra toda jerarquía eclesiástica que se oponga a la legalización del aborto en cualquier parte del mundo[viii]. Como dato de color vale acotar que CFC, además de repudiada por la jerarquía clerical, existe gracias al financiamiento de organizaciones pro aborto como IPPF, la Fundación Ford, la Fundación William y Flora Hewlett, y la Fundación MacArthur, así como la Fundación Playboy, de la conocida revista pornográfica[ix]. Pareciera que a algunas feministas les molesta la explotación del cuerpo femenino salvo que reciban una parte en el negocio. Ante semejante aberraciones, en forma pública la Iglesia en EEUU ha repudiado a CFC en forma determinante[x].
A nivel mundial, una de las principales referentes del movimiento de católicas pro aborto es Frances Kissling, una mujer que nació en el seno de un hogar disfuncional a mitad del S. XX y creció en un ambiente católico conservador, lo que generó un fuerte resentimiento a la cultura religiosa predominante en su época[xi]. Estudió para ser monja pero en los años 70 se unió al feminismo, situación que cambiaría su rumbo para volcar todo su intelecto en obras que sólo sirvieran para convencer a las personas de que un católico puede abortar sin sentir culpa, ya que la libertad de conciencia debe predominar siempre. La historia de Kissling la hizo crecer desde una pequeña militante feminista aparentemente católica a ser una mujer reconocida internacionalmente por sus exposiciones y críticas. Pero hay un dato más para aportar y es el que demuestra las verdaderas intenciones de estos grupos pro aborto; el año pasado Kissling junto a Peter Singer[xii] escribieron un artículo titulado “Se debe repensar el tabú del control poblacional[xiii]. Para los autores mencionados, ambos pro aborto, la solución a la pobreza no es el capitalismo ni el ahorro, sino que basta simplemente reducir el número de humanos en este planeta.
A nivel local, la referente de CDD es María Teresa Bosio. Esta señora, Presidenta Católicas por el Derecho a Decidir, al momento de exponer sus argumentos ante la Cámara de Diputados de la Nación dijo “La religión católica, de la que soy parte pero disiento profundamente, ha jugado un rol fundamental para acceder a los derecho sexuales y reproductivos[xiv]. Para Bosio la religión estigmatiza a la mujer abortista e impone una censura a la libertad de conciencia. Nada más alejado de realidad por cuanto el culto católico reconoce en el libre albedrío una característica esencial del ser humano, mediante el cual cada hombre y mujer de este mundo es libre de obrar conforme a su propio deseo. Cada individuo es libre de actuar conforme a la moral o sus placeres, pero cierto es que cada acción tendrá sus consecuencias. La actitud de Bosio oscila entre el totalitarismo y el infantilismo; es infantil creer que uno puede decir o actuar sin que ello genere alguna reacción en el entorno (sea de empatía o de repudio) y es totalitario el querer imponer, unilateralmente, desde su organización el cómo debe actuar una religión milenaria que ya posee su propia estructura y que para nada la coacciona a que forme parte de ella.
Cualquier persona medianamente instruida en el Catolicismo podrá reconocer rápidamente que una mujer católica en favor del aborto es simplemente un oxímoron[xv]. Sin embargo, siempre es útil aclarar algunos conceptos en forma prudente, ya sea para que un debate conste de cierta seriedad intelectual, o ya sea al menos para que algún hombre de bien pueda reconocer que muchas organizaciones abortistas están sustentadas sobre una mentira. Claro está que hablar del dogma católico no es una invitación a la conversión, sino que se apunta a desmantelar uno de los tantos colectivos neo marxistas, que han viciado el debate parlamentario mediante retóricas falaces.
El origen propio de la vida humana es en el momento de la concepción[xvi]; tal hecho es afirmado por la misma Academia Nacional de Medicina[xvii] (en ningún momento hay que perder de vista que el origen de la vida humana es un fenómeno natural corroborable científicamente). En consecuencia, provocar un aborto implica privar del derecho a la vida a un ser humano[xviii]. En consonancia con el respeto a la vida, el Papa Juan Pablo II en su Carta Encíclica Evangelium vitae[xix] ya decía: “Así pues, el aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia. Desde los orígenes de la Iglesia, la predicación apostólica inculcó a los cristianos el deber de obedecer a las autoridades públicas legítimamente constituidas (cf. Rom 13, 1-7, 1 P 2, 13-14), pero al mismo tiempo enseñó firmemente que «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres»(Hch 5, 29)”. Cierto y real es que para el dogma católico, el crimen del aborto representa uno de los pecados más graves por cuanto se vulnera la vida de un ser completamente inocente e indefenso. El dogma es para el verdadero católico una verdad absoluta, incuestionable, irrevocable e infalible (quien no esté de acuerdo siempre puede apartarse del camino de la Iglesia ya que, como organización intermedia, no posee la coacción estatal para hacer valer su soberanía o poder de decisión) y al respecto del aborto expresa en su punto 1398: “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae”.
Para el católico la vida no es una noción jurídica, filosófica o moral, sino que es en primer lugar un hecho natural. El derecho positivo es resultado de un proceso sociológico, el origen y el fin de la vida es resultado de un proceso biológico. Una mayoría circunstancial o una tiranía pueden cambiar las leyes de la sociedad pero nunca la naturaleza humana. El Pontificio Consejo para la Familia sostiene que: “…El aborto es  la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente… Tratándose de una verdad naturalmente accesible a la razón, la ilicitud de tal comportamiento es una norma para todos válida y también para los no creyentes”. Incluso la Iglesia Católica repudia a quien acompaña un proyecto político pro aborto, tal como expuso el Papa Joseph Ratzinger (en su etapa como Cardenal): “Los cristianos tienen una grave obligación de conciencia de no cooperar formalmente en prácticas que, aún permitidas por la legislación civil, son contrarias a la ley de Dios. En efecto, desde el punto de vista moral, nunca es lícito cooperar formalmente con el mal. …Tal cooperación nunca puede ser justificada invocando el respeto a la libertad de otros o apelando al hecho de que la ley civil lo permite o lo requiere… un católico sería culpable de cooperación formal en el mal, y tan indigno para presentarse a la Sagrada Comunión, si deliberadamente votara a favor de un candidato precisamente por la postura permisiva del candidato respecto del aborto y/o la eutanasia[xx].
En forma simple pero contundente es válido afirmar que para ser católico se debe repudiar toda forma de aborto. Un ciudadano libre podría expresar su opinión en favor de la legalidad de prácticas abortivas y militar en pos de su despenalización, pero en el momento que eso suceda ya no puede ser considerado “católico”. Por más que alguien se autoperciba de determinada manera, la esencia de lo que se es no cambiará según lo que uno crea. El ejemplo más ridículo pero eficaz para graficar el oxímoron de una persona católica pro aborto sería decir que hay un grupo de comunistas a favor del libre comercio; uno podría estar a favor del libre intercambio de bienes y servicios, pero si a la vez se alienta por fomentar una facción comunista necesariamente habrá una de las dos premisas que será falsa. En el caso de “Católicas por el Derecho a Decidir” no puede existir punto medio de acuerdo al propio dogma católico; o se está en contra del aborto en todos sus supuestos o simplemente no se es católico.
Católicas por el Derecho a Decidir presenta una importante cantidad de obras bibliográficas bajo su edición a las cuales se puede acceder en forma libre y gratuita. Todas ellas hacen una constante apología al aborto escudándose en la diversidad de género, salud reproductiva y los Derechos Humanos. Sin embargo, en ninguna obra se ha podido hallar a algún teólogo practicante que, reconocido por el propio culto católico, hable en favor de las prácticas abortivas y la relativización del Dogma.
En el mundo existen una multiplicidad de pequeñas células que, enmascaradas como facciones católicas disidentes de la jerarquía y el dogma, intentan fomentar el aborto y la cuestión de género a través de la deslegitimación de la voz católica (supuestamente aportan una voz racional, moderna y sensible a la realidad que el fundamentalismo religioso niega).
Por lo expuesto brevemente, es insostenible afirmar que en “Católicas por el Derecho a Decidir”, cuya obrar intelectual se reduce a naturalizar la destrucción de una vida inocente y criticar a la religión, pueda existir al menos una persona verdaderamente católica. CDD no es más que una ONG abortista de raigambre netamente feminista que actúa en red con diversas organizaciones marxistas en el mundo (desde Amnistía Internacional hasta Madres de Plaza de Mayo). Es agraviante que se use el nombre del catolicismo para viciar un debate público en pos de legalizar el asesinato de vidas indefensas, pero queda en manos de un buen católico demostrar a la sociedad cuales son los valores morales que lo diferencia de esta secta de feministas mentirosas.
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[ii]ARTICULO 85. – El que causare un aborto será reprimido:
1º Con reclusión o prisión de tres a diez años, si obrare sin consentimiento de la mujer. Esta pena podrá elevarse hasta quince años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.
2º Con reclusión o prisión de uno a cuatro años, si obrare con consentimiento de la mujer. El máximum de la pena se elevará a seis años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.
ARTICULO 86. – Incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán, además, inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperaren a causarlo.
El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible:
1º Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios.
2º Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto.
ARTICULO 87. – Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que con violencia causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo, si el estado de embarazo de la paciente fuere notorio o le constare.
ARTICULO 88. – Será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su propio aborto o consintiere en que otro se lo causare. La tentativa de la mujer no es punible
[iii] ARTICULO 209. – El que públicamente instigare a cometer un delito determinado contra una persona o institución, será reprimido, por la sola instigación, con prisión de dos a seis años, según la gravedad del delito y las demás circunstancias establecidas en el artículo 41.
[iv]Según el informe (año 2015) de The International Planned Parenthood Federation , las organizaciones que cuentan con el apoyo de la IPPF son: -1- FUSA Para la Salud Integral con Perspectiva de Género y Derechos, Asociacion Civil (182,111 dólares) 2- Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) (75,383 dólares) 3- Asociación Civil Pro Amnistía (55,000 Dólares) 4- Asociación Católicas por el Derecho a Decidir Argentina (50,953 Dólares) 5- Fundación Huésped (34,000 Dólares) 6- Fundación Universidad de Palermo (14,100 Dólares).
[vi]Es válido el concepto por cuanto una Fundación no procura una actividad lucrativa, mientras que la IPPF es una organización que encubre un negocio millonario en el mundo. Cita al respecto:  http://www.centerformedicalprogress.org/2017/12/planned-parenthood-baby-parts-business-partners-admit-guilt-in-7-8-million-settlement/
[viii]The Catholic hierarchy’s powerful lobby plays a huge role in influencing public policy and affects everyone ― Catholic or not ― by limiting the availability of reproductive healthcare services worldwide.” CFC – about us.
[x]Cardinal Dolan, Bishops’ Pro-Life Chairman, on Deceptive “Catholics for Choice” Ad Campaign http://www.usccb.org/news/2016/16-118.cfm
NCCB/USCC President Issues Statement on Catholics for a Free Choice http://www.usccb.org/news/2000/00-123.cfm
[xiv]María Teresa Bosio, Presidenta Católicas por el Derecho a Decidir. Debate por Aborto Legal https://www.youtube.com/watch?v=Su9SXnrMW8Q
[xv]Figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto.
[xvi]Video: Biología – El origen de la vida humana https://www.youtube.com/watch?v=lntMRFtCNxQ
Fuente: http://fundacionlibre.org.ar
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