15 pre-candidatos presidenciales y ninguno sirve – Por Cosme Beccar Varela

Una cosa es que se vaya la usupadora presidencial en el 2015 y otra distinta es que termine la tiranía a que nos tiene sometidos la secta neo-comunista que dirige el gobierno desde atrás de las bambalinas. Lo primero ocurrirá, lo segundo es indudable que no ocurrirá. Se ha avanzado demasiado en el cumplimiento de los planes de esa secta como para que ésta resuelva dejarlos de lado y liberarnos de su puño de hierro.

Sin embargo, los politicólogos y la prensa «opositora», así como los «opinadores» en Internet, que como una nube de mosquitos nos asaltan diariamente desde la  computadora, dan por sentado que en el 2015 saldrá «el sol de la libertad», que nuestras desgracias cesarán, que la argentina se pondrá de pie, empezará la reconstrucción de lo que esta tiranía está dejando en ruinas y, lo que es más improbable de todo, que los ladrones que la integran irán a la cárcel y, se supone, se les obligará a devolver lo que robaron, aunque esto último no lo dicen porque hay demasiados cómplices fuera del gobierno kirchnerista que deberían hacer lo mismo y eso, por supuesto, es impensable.

Ahora bien, si miramos al bando «opositor» que sería el encargado de realizar ese milagro, no vemos ni la más mínima señal de que dentro de esa bolsa de gatos haya algún gato que no sea un gato por su mediocridad y una víbora por su venenosa  personalidad.

Hay más de 15 autocandidatos a la Presidencia de la Nación y todos son políticos profesionales que del bien común y de la Justicia poco o nada les importa. Todos son peronistas o semiperonistas (los radicales incluidos, acuérdense del Pacto de Olivos) o izquierdistas.

Ninguno de ellos fue realmente opositor nunca. Nunca pidieron el juicio político ni del fallecido Néstor Kirchner ni el de su mujer,  a pesar de que ambos han dado pruebas más que abundantes de su enriquecimiento ilícito, de su mal desempeño, de sus reiteradas violaciones a la Constitución.  Aunque no tenían mayoría en el Congreso si hubieran promovido el juicio político, fundado en las atrocidades cometidas por la tiranía, aunque hubieran sido derrotados por la mayoría oficialista, su prestigio hubiera crecido y la opinión pública los hubiera apoyado, creando una situación política que hubiera impedido la «elección» y la «reelección» (fraudulentas) en el 2007 en el 2011.

Pero no lo hicieron y dejaron que la destrucción del país siguiera su curso. Se ensañaron con el «perejil» de Boudou que no es ni la mitad de ladrón que la usurpadora. Y siguen en eso, a sabiendas de que Boudou no tiene la menor importancia al lado de lo que es el drama de esta tiranía astuta y perversa que nos lleva al comunismo.

Si Ud. cree que exagero en eso del comunismo en lo que vengo insistiendo desde hace años, lea el editorial de «La Nación» de hoy (24/9/2014) y entérese de que el gobierno le ha entregado a la China comunista un pedazo del territorio nacional en el cual no regirán las leyes argentinas sino las chinas, con un poder ejercido exclusivamente por chinos comunistas y en el cual se instalará una plataforma de lanzamiento de cohetes de larga distancia «con fines pacíficos». Hay varios acuerdos secretos anexos a este, según dice “La Nación”. Y no veo cómo podría impedirse que esos cohetes fueran cargados con armas nucleares y apuntados a Buenos Aires para ser usados como una persuasiva amenaza en el momento que quieran hacerlo.

Otra cosa. Ninguno de esos candidatos “opositores” ha exigido la inmediata libertad de los secuestrados políticos, de los cuales hay 2.000, más otros 254 que murieron de muerte provocada por los males tratos a que los sometieron los jueces prevaricadores y los carceleros por orden del gobierno.

El mismo Presidente de la Corte, Lorenzetti declaró que esos secuestros son una «política de Estado» en la cual están comprometidos los tres poderes.  Más desvergonzado reconocimiento de que la separación de los poderes ha sido abolida con la complicidad del Presidente del máximo Tribunal de la Nación, no podía imaginarse.  Ninguno de los «opositores» denunció esa flagrante violación de sus deberes por parte de Lorenzetti.

Lo que pasa es que TODOS los candidatos «opositores» son socios en la persecución contra los militares y han cooperado a la destrucción de las FFAA dejando a la Nación indefensa de sus posibles enemigos exteriores y de los internos que no son sólo posibles sino una amenazadora realidad.

No tenga la menor duda de que la izquierda está decidida a dar un golpe de Estado antes que entregar el poder y que si es necesario matar, van a matar, en las calles y en las casas, y meter presos a quienes puedan organizar una resistencia.

Esta es la realidad. Todo lo demás son ilusiones suscitadas por un optimismo inducido por quienes tienen interés en disuadir todo intento de defender la Patria frente a esta amenaza y por los «entreguistas» que se hamacan en esas ilusiones para no tener que tomarse la situación en serio y actuar como verdaderos patriotas.

Hay muchos síntomas de que esto es así. No lo abrumaré exponiéndolos todos. Sólo mencionaré algunos, a título ilustrativo.

El Papa invitó a la usurpadora, mediante una carta manuscrita, a almorzar con él en Roma y ella fue con 30 individuos, invitados suyos de la peor calaña. El Papa almorzó con ella a solas durante dos horas, cosa inaudita pues los Papas, que yo sepa, jamás almorzaron a solas con ningún jefe de Estado y tampoco concedieron audiencias de dos horas, ni siquiera a un Rey católico. ¿Por qué ese privilegio a una inmoral desde todo punto de vista, que tiraniza y saquea el país, aliada con el bloque neo-comunista mundial? Después de eso, estuvo una hora más con los de «la cámpora» y se sacó una foto con el jefe de ellos, que sostenía una camiseta del grupo que el Papa contempla con una sonrisa de complacencia.

Esto es importante porque los jóvenes de «la cámpora» son marxistas y la usurpadora presidencial los ha insertado en todos los sectores «clave» del Estado de tal manera que la continuidad de su poder queda asegurada. ¿Cual de los candidatos «opositores» se atreverá a desalojarlos a todos ellos, en caso de ganar en el 2015 (cosa imposible si no es con un acuerdo previo con esos mismos, ya que son ellos quienes controlan el resultado electoral mediante el fraude electrónico)? Si el Papa, que debe ser el custodio del catolicismo, les ha sonreído con tanta afabilidad es imposible no atribuirle a esa recepción y a esa sonrisa un poderoso apoyo político.

El impresentable Máximo, el obeso y extraño hijo de la usurpadora, apareció de repente y saliendo de su letargo de once años (letargo gravemente sospechoso de ser originado por el consumo de drogas) y dijo un discurso, UN discurso (¡UNO!). Lo celebraron como un acontecimiento. ¡Y ese hipopótamo silencioso se dice que fue el fundador de «la cámpora», integrada por jóvenes marxistas, trepadores, audaces y que ocupan importantes cargos! Eso no se los creo aunque me lo juren sobre un ejemplar de «El Capital» de Marx. Pero ha sido comentado seriamente en estos días hasta el hartazgo y ese es otro indicio de que la continuidad de la tiranía, en manos de «la cámpora» está siendo preparada.

Un famoso politicólogo escribió ayer en su columna en Internet: «Mientras los radicales, socialistas e izquierdistas no dejan de pelearse en privado y en público en cuanto a si conviene o no abrirle las puertas al PRO, Macri —de manera paciente—gana terreno entre la gente.»

O sea, Macri, un individuo que no tiene nada de lo que debe tener un estadista y todos los vicios que tienen los oportunistas inescrupulosos, además de ser «cada día más peronista», como él mismo lo dijo, es anunciado como el mejor situado para ser Presidente en el 2015.

Eso es lo que probablemente tiene preparado la secta y es el más afín con los jóvenes de «la cámpora». No tendrá ningún inconveniente en asociarse con ellos, porque su gobierno de la Ciudad es más o menos del mismo estilo y su moral, así como su manera de presentarse, es muy semejante a la de esos pequeños marxistas.

El 8/9/2014, escribí en el nro. 1291 de este periódico un artículo que titule «Hay que desinflar el «globo» de Macri». No sólo no lo hacen sino que lo inflan cada vez más. La vocación suicida de los argentinos es incontenible.

Fuente: http://www.labotellaalmar.com.ar/